Everlasting Kingdom

Ágatha no tenía idea de por qué pasaba. Ella se esforzaba lo más que podía en evitarlo, pero las cosas no salían como ella deseaba. Lamentablemente para Ágatha, las personas seguían acercándose a ella. Usted se preguntará, ¿qué tiene de malo que la gente se acerque?

Podríamos decir que la señorita Ágatha Pineapple Ligomirovich era un ser asocial, una hermitaña fuera de su montaña, pues no había encontrado dicha montaña aún, por lo que vagaba por la tierra que consideraba atestada, sobreviviendo a lo que entendía era una superpoblación del virus más letal que jamás cruzó la tierra. Pero Ágatha tenía también otras cualidades (defectos) humanos que agregar a la ecuación: era excesivamente avara (que era uno de los motivos por los que se adentraba en la proterva sociedad humana), perpetuamente malhumorada (cuando se encontraba entre los hijos de Adam, con algunas pocas excepciones que mencionaremos más adelante), desconocía el aburrimiento (aunque parecía estar aburrida -o malhumorada- la mayor parte del tiempo) y poseía un talento innato para la tortura de quienes consideraba irrumpían en su espacio personal.

Seguro imaginarán a un ser humano terrible, pero la pequeña espalda de Ágatha resultaba muy agradable a la vista de cualquiera, su cabello ensortijado le agregaba un toque exótico y atractivo, sus ojos poseían un extraño color rojizo que a muchos perturbaba y encantaba por igual. Su cuerpo era de curvas delicadas. Sus labios trazaban un perfecto triángulo equilátero (herencia de su padre) y poseía turgentes caderas de gran atractivo.

Debido tal vez a estas cualidades físicas (que Ágatha propiamente ignoraba o desacreditaba) Ágatha era, a pesar de su lacerante forma de ser, asediada por lo que más le huía, las personas. Tal vez era culpa también de que, tras aquella muralla china que Ágatha había colocado entre la humanidad y ella, ella era una joven de principios, íntegra, incorruptible y para colmo sensible. Con el orgullo agredido y mucha, mucha ira indiscriminada hacia el mundo.

Hubieron pocas personas que pudieron atravezar aquella afanosa barrera y salir ilesos, personas que lograron que Ágatha saliera de aquella ciudad de la cual era reina y soberana y ver un mundo hacia el cual pudiera sonreír. Así pasa como, por más que se desee, siempre hay idiotas que pueden enseñarte aquellas simplesas de la vida que la mayoría prefiere ignorar. Sobre esas personas, tan especiales, trata esta historia. Y claro, también sobre Ágatha.

Everlasting Kingdom (El reino interminable) es un proyecto de libro-comic digital desarrollado por Costelo Landró, con colaboraciones importantísimas de Maritza Dietsch y de Laura Ortiz, compañeras de faena universitaria. La historia se desarrolla en un ambiente épico desarrollado en el interior de un juego MMORPG de gran realismo. La protagonista es Agatha Pineapple Ligomirovich, acompañada de Zakk y Amelie, que son sus perseguidores profesionales hasta convertirse en algo menos ofensivo para Agatha, algo parecido a "sus amigos". El pirata Francis se presenta como la figura conflictiva, controlada por Seraph Muffin, MVP, paladín y jefe de la guardia de Everlasting Kingdom.